La comunidad católica de San Ignacio de Loyola en la Villa del Rosario, prepara la celebración de los 70 años de sus fiestas patronales
La comunidad católica de San Ignacio de Loyola en la Villa del Rosario, prepara la celebración de los 70 años de sus fiestas patronales; Según documentos recabados por el Padre Marcelino Laurenz la celebración se realizó por primera vez en 1946.
De acuerdo a la investigación realizada por el padre Marcelino Laurenz, quien pudo constatar en los registros, dejados por los misioneros capuchinos en la parroquia Nuestra señora del Rosario, las fiestas patronales en honor a San Ignacio de Loyola, celebradas en San Ignacio de Perijá, se llevaron a efecto por primera vez el 31 de julio de 1946, siendo el párroco fundador Fray Dionisio de Barajores (O.F.M.C), quien cumplía funciones como párroco de la Villa del Rosario de Perijá.
En el pueblo reinaba un gran entusiasmo, la fiesta era el objetivo primordial y había que lograrlo. Los primeros oficios religiosos se hicieron en la actual casa de la sucesión del señor Ely Morán, actualmente ubicada frente a la plaza Bolívar diagonal a la iglesia de San Ignacio de Loyola.
Los precursores de estas fiestas de San Ignacio fueron el Señor Ezequiel Morán secundado por sus hijos Edecio y Ernesto Morán, el señor Carlos Gutiérrez acompañado de su hermano Heliodoro y su prima Herminia Gutiérrez de Hómez. En esa primera fiesta patronal participó unida toda la `población y se hicieron colectas de dinero que iban desde un medio hasta cien bolívares.
Se cuenta que fue la familia Hómez-Gutierrèz,específicamente la Sra Herminia Gutièrrez de Hòmez, la que poseía y veneraba desde años atrás, una imagen enmarcada de san Ignacio de Loyola, que sirvió en los inicios como imagen para realizar las festividades en casa del señor Ely Morán.
El Día 31 de julio de 1947 se organizó la junta para la construcción del templo y además se le encomendó la adquisición de una imagen tipo busto.
El 31 de julio de 1948, el padre Félix de Vergamiàn, superior de los padres capuchinos, celebró el día de San Ignacio y bendijo la imagen del santo de 1,30 metros de altura, traída de Bogotá, pero fabricada en España y la cual fue costeada por los feligreses. Su costo alcanzó los 800 bolívares.
En el año 1951, se comenzó a construir la capilla de 20 metros de largo, por 10 metros de ancho y 5 metros de alto. Para el 31 de julio de ese año ya tenía levantada las paredes.
En el año 1954, se celebraron con toda solemnidad las fiestas patronales, por primera vez en la capilla que estaba ya casi terminada.
En el año 1955, se concluye la construcción del templo, se realizan las fiestas con gran entusiasmo y alegría y en el año 1966, la iglesia es remodelada, construyéndose un nuevo altar y la sacristía.
Las primeras fiestas bailables fueron realizadas en una pista redonda que existió entre las tres tiendas propiedad de Armando Chourio, Andrés Martínez y Ángel (pelón ) Martínez.
Era una pista sin techo hecha de madera, con estambre de huecos pequeños, con 3 puertas de entrada y salida, con especie de gradas de madera para el descanso de los presentes. En esta pista se daban cita gente de toda Perijá, especialmente de San José, La Villa y Machiques.
Allí se ponía de manifiesto toda la belleza y el señorío de la mujer perijanera. La fiesta duraba solo cuatro días. Durante este lapso de tiempo, todo el pueblo estaba poseído de un gran entusiasmo, una especie de euforia colectiva. Grandes atracciones se veían en esos días: carritos chocones, circo, vendedores de tostones y cepillados, bazares, el viejito de la romana, el periquito de la suerte, entre otros.
Tal como se evidencia en el programa festivo del año 1970, ya aparece un día de la fiesta dedicado al reencuentro, de todos aquellos que año tras año, se hacían presentes en la fiesta de San Ignacio. Se pretendía reunir a todas aquellas personas que habían dejado su terruño y que regresaban especialmente a venerar a su santo durante las fiestas patronales.
Tal como se evidencia en el programa festivo del año 1970, ya aparece un día de la fiesta dedicado al reencuentro, de todos aquellos que año tras año, se hacían presentes en la fiesta de San Ignacio. Se pretendía reunir a todas aquellas personas que habían dejado su terruño y que regresaban especialmente a venerar a su santo durante las fiestas patronales.
En los programas de esa época, aparece institucionalizado el DIA DEL RETORNO, el cual siempre se establecía un viernes, sábado o domingo. Esta tradición del día del retorno se mantuvo por muchos años, pero se celebraba de forma casi imperceptible.
No es hasta el año 2010, por iniciativa del alcalde Olegario Martínez, se retoma este día y se redefine como DÍA DEL REENCUENTRO DE LOS PERIJANEROS, el siguiente domingo después del día del santo patrono, celebración de alto impacto que mueve las fibras de todos los sanignacieros y de sus semejantes perijaneros, convirtiéndose este día del reencuentro en un ícono de nuestra cultura.
Es de hacer notar que las tradiciones se han visto amenazadas o en muchos casos han desaparecidos, sin embargo, las fiestas de San Ignacio aún conservan toda su belleza y esplendor, manteniendo el brillo que les viene desde sus inicios, colocándose a la par de la fiestas de la Virgen del Rosario, las fiestas de la Virgen del Carmen y las fiestas de San José.
Reseña preparada por el Ing. Humberto Chourio Muñoz. Agosto 2012.
Fotos: Terenzio Soldovieri
Fuente bibliográfica:
Fuente bibliográfica:
- Pbro. Marcelino Laurenz. Investigación sobre la historia religiosa de San Ignacio de Perijà, 1999.
- Dr. Galvis Carmona. Artículo publicado en el suplemento ACIVI sobre la historia de las fiestas de San Ignacio.1998.
- Entrevistas a los señores Armando Chourio, Numan Martinez y Alides Muñoz. 2012.
