Estuvo un tiempo en Roma, trabajó en Mérida, San Cristóbal, Los Teques, Coro, Judibana, Barquisimeto, en el Misión de Amazonas y Caracas, donde vive.
Ena Lucila Romero Vargas, nace en Machiques el 1ero. de noviembre de 1924.
Primera niña de Jesús Augusto Romero, ganadero, y de Onésima Vargas, dedicada a los oficios del hogar. Tercer vástago de los 10 descendientes del matrimonio, a saber: Jesús Enrique (Chuchú), Néstor Luis, Ena Lucila, Adith - fallece en la infancia-, Luisa Rosa (la maestra Luisita), Arnedo José, Helí René, Julio Alberto, Adith Mabel y Eva Cecilia.
Hizo la Primera Comunión a la edad de 5 años, el 30 de abril de 1930. De niña le gustaba saltar a la cuerda, jugar con el trompo y la música. Tocaba la armónica.
Cursó las primeras letras en Machiques, estudió un tiempo en Curaçao, donde aprendió a tocar el piano.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial (1 de septiembre de 1939 - 2 de septiembre de 1945) se vio forzada a interrumpir su formación y regresar a Venezuela. Tenía 14 años de edad.
Sus padres la inscribieron en el Colegio de la Inmaculada, de Mérida, donde se encontraba su tía paterna, Sor Hersilia, religiosa Salesiana, hermana de Jesús Augusto. Allí continuó tocando piano, cuatro y formó parte del coro.
Su hermana, Luisa Rosa, se fué al internado en Mérida, un año después de haber comenzado Ena en el mismo colegio.
Durante las vacaciones escolares, Ena, regresaba a su pueblo natal y disfrutaba de montar a caballo y bañarse en los ríos. También manejaba motocicleta y condujo el primer camión que llegó a Machiques.
El nombre 'Ena' proviene del irlandés 'Aithne', que significa 'fuego pequeño', y se hizo popular en España gracias a la Reina Victoria Eugenia Julia Ena de Battemberg, esposa de Alfonso XIII.
En griego, significa 'antorcha', y, por analogía, suele traducirse como 'brillante, deslumbrante o resplandeciente'.
'Lucila', su segundo nombre, proviene de 'Lucía', derivado del Latín 'lux', 'luz'.
Ena Lucila estaba destinada a seguir a Jesús, la luz del mundo, y a irradiar fe y alegría. Se hizo novicia a los 18 años.
Eilla encontró en las Hermanas Salesianas una inspiración y un ejemplo a seguir, como mujeres dedicadas a Dios y a la Docencia, con una alegría y una fe contagiosas.
Conocida, en su Comunidad como Sor Lucila, estuvo un tiempo en Roma, trabajó en Mérida, San Cristóbal, Los Teques, Coro, Judibana, Barquisimeto, Caracas, y en el Misión de Amazonas con los Indios Yanomami.
Ejerció la docencia como profesora de 5to. grado y profesora de música. También ocupó cargos administrativos y de apoyo logístico dentro de su Comunidad.
Recibió la Orden Francisco de Miranda en su 2da. clase, por su labor docente, según Decreto del Ministerio de Relaciones Interiores No. 122, del 16 de septiembre de 1994.
Hoy lleva con ferviente devoción el lema Salesiano: "Llamada a vivir con esperanza", y el legado de Don Bosco, "¡Da mihi animas, cetera tolle!" (Dame almas, llévate lo demás).
Hoy, 1 de noviembre de 2024, esta hija ilustre de Machiques celebra en Caracas, con plena lucidez, el centenario de su natalicio, rodeada de su gran Familia Salesiana, de miembos de su Comunidad, y de familiares y amigos.
Dios y Nuestra Señora María Auxiliadora, bendigan y premien a ENA LUCILA, en sus 100 años de vida.
Texto: María Margarita Romero, según testimonios de Luisa Rosa y Eva Ceciia Romero Vargas.
Preservando el Patrimonio,
1 de noviembre de 2024.