Para recuperar su infraestructura... han invertido miles de dólares
Entre amigos, denominados angelitos, la empresa privada, la comunidad e instituciones públicas se han aportado miles de dólares, con el fin de lograr recuperar la infraestructura completa de la Casa de la Cultura Manuel Antonio López, primer centro de enseñanza de la danza, las artes plásticas y musicales del municipio Rosario de Perijá.
Para www.perijaneros.com presento la segunda parte de ésta entrevista realizada a Luis Giovanni Cipolat Gutiérrez, director de ésta institución pública, adscrita a la Gobernación del estado Zulia.
- ¿Cómo fue el proceso de construir esta casa de cultura que pronto estarás entregando?
- Ok, la casa de la cultura, nosotros, el equipo que la conformamos, un equipo genial. Te puedo decir que desde el principio, por desconocimiento de lo que íbamos a hacer culturalmente, o sea, cómo funcionaba lo que era la parte de Secretaría de Cultura, digámoslo así, o sea, la parte oficial.
Teníamos desconocimiento, pero como yo le aplico siempre lo que es estrategia y pasión a las cosas que yo hago, yo trato de buscar siempre la perfección. Perfecto solo Dios, eso lo sabemos. Pero yo siempre trato de hacer las cosas lo más perfecto que pueda hacerlas. Si no, no las hago, así de fácil. Si no, no las hago o abandono.
Cuando yo no puedo con algo, yo abandono y le doy el chance a otro que lo sepa hacer. Las estrategias que utilizamos fueron prácticamente la colaboración del pueblo. Yo siempre he dicho que el protagonista aquí en la Casa de la Cultura ha sido el pueblo.
Tengo ocho angelitos fijos que nos suministran las cosas que nosotros necesitamos en la parte económica, en parte material y esa ha sido la estrategia principal. También hemos subsistido gracias a FUDEP, una fundación internacional que nos metió la mano y que le agradezco infinitamente porque hemos sabido utilizar los provechos que ella nos dió en unos cursos que hicimos aquí y nos ayudó muchísimo. Eso fue un empujón grandísimo.
También el principal empujón de la Casa de la Cultura, y lo debo decir con todo orgullo, fue el de mi hermana María Laura, de Mundo de Cosas, que fue como el primer eslabón de esa cadena. Y le agradezco muchísimo, muchísimo. Que, por cierto, en estos días publiqué el sobre donde nos dio el primer donativo, que fue bastante y ese fue como el empujón más grande que tuvimos.
Te repito, los ocho angelitos estos que nunca me han abandonado, que siempre les hago referéndum consultivo con las cosas que vamos a hacer y les hago referéndum consultivo y ellos me dicen, mientras tú estés ahí, nosotros te ayudamos, no te preocupes, está lo que vos decidáis. Eso ha sido esencial.
Y de esa manera hemos trabajado. También agradecerle a Lisette, una trabajadora de mantenimiento que ha sido mi mano derecha aquí y hemos trabajado los domingos, hemos trabajado haciendo cosas con el personal de mantenimiento.
Más que todo. Que vamos a hacer ponquecitos, que vamos a hacer torta, que vamos a vender. De esa manera hemos construido la parte económica de lo que es la Casa de la Cultura. Donde digo siempre que el protagonista ha sido el pueblo.
- ¿Y qué infraestructura se ha reconstruido?
- No de todo. Se recuperaron, Heida, con la ayuda, tanto de la Alcaldía, como de la gente, o sea, la Alcaldía nos ha dado dos incentivos: uno de mil dólares y uno de mil quinientos. Y eso ha servido para recuperar todo lo que ha sido la parte eléctrica, la parte de metales, o sea, lo que han sido protecciones, puertas de hierro, todo eso se ha recuperado, el bajarique perimetral, que tenía muchos huecos y eso se ha reparado, todo se ha reparado Heida.
Aquí no hay cosa que no se haya hecho, o sea, por lo menos la parte eléctrica de lo que fueron los postes que estaban en el frente, que eso llovía y se le metía el agua a las lámparas y botaba humo y ya hacían circuitos, todo eso se compuso, o sea, aquí de todo, de todo.
La gobernación, que me alegro que me haya respondido con la parte de impermeabilización. Eso fue el principal, o sea, el principal daño que nosotros teníamos aquí.
Porque si no la escuela se caía. La escuela no duraba un año más con lluvia porque la escuela se podía caer. Es más, era un peligro inminente que no se impermeabilizara porque en verdad hasta hay salones que han largado parte de lo que es la placa del techo, de lo que es el techo, el friso del techo, en verdad, osea sino impermeabilizada, osea rápido, la escuela se caía.
Entrevista y Redacción:
Heida Salcedo
Periodista