El deshielo de los polos y la subida del nivel del mar se colaron en la celebración, con una llamada a poner remedio.
El tema ecológico que comenzó en
Londres 2012, planteando la sustentabilidad, ha sido un elemento inherente a la
planeación de los juegos. Desde el momento en que Inglaterra obtuvo la sede,
comenzaron las proyecciones relacionadas con el consumo energético, la gestión
de los residuos y la reducción de la huella de carbono, y con ello se dio
origen a un minucioso reporte de estrategias sustentables.
Ahora en Brasil, los
organizadores de la ceremonia que habían prometido una apertura “nada opulenta”
y en la que mostrarían “una reinterpretación del país”, ofrecieron un espectáculo que llegó acompañado de un tirón de orejas a los
habitantes del planeta por el mal trato que le deparan.
El pebetero de Maracaná es, según
los organizadores, voluntariamente de tamaño pequeño y produce una llama mínima
con un volumen escaso de emisiones. Es una manera simbólica de luchar contra el
calentamiento global de la atmósfera.
Llamado a la conciencia |
El deshielo de los polos y la
subida del nivel del mar se colaron en la celebración, con una llamada a poner
remedio y el recuerdo de que hay soluciones. Como la que Río 2016 encomendó de
manera simbólica a los atletas: la siembra de una semilla que crecerá en el
parque olímpico de Deodoro.
Cada deportista introdujo su semilla en unos cartuchos de
tierra de los que crecerán 207 especies diferentes, una por delegación
participante. Había donde elegir: hay más de 50,000 catalogadas en Brasil.
El desfile duró algo más de dos
horas y ofreció la habitual variedad de vestuario y celebraciones entre los
participantes. “No se puede ya considerar hermosa una llama gigantesca”, dicen
los organizadores de Río. Para enmarcar la llama el artista Anthony Howe ha
creado una gran escultura mecánica que representa al sol, la fuente de energía
que el mundo debería explotar.
La samba, el pasinho y el funk,
los ritmos y bailes nacidos en las favelas cariocas se apoderaron del Maracaná
y convirtieron la inauguración de los Juegos Olímpicos en una fiesta con la
fuerza arrolladora de la cultura negra, que hizo bailar a todo el estadio.
Las favelas, las barriadas pobres
de Río, donde vive una cuarta parte de la población de la ciudad, fueron la
cuna de la samba hace un siglo y ahora de ellas emana el sonido poderoso del
funk, una música de ritmo sincopado, con letras rapeadas y que normalmente
tienen un contenido sexual explícito y, a veces, también de exaltación de las
bandas de narcotraficantes.
Al igual que le ocurrió a la
samba, el funk salió de la clandestinidad, de la marginación social y acabó
bajando de los cerros donde se desparraman las favelas para acabar conquistando
el gran público y la lista de las canciones más escuchadas en las radios
brasileñas.
Tranvía ecológico
Un tranvía eléctrico, rápido y
ecológico empezó a funcionar parcialmente este mes en Río de Janeiro y servirá
para transportar a los deportistas y al público durante los Juegos Olímpicos,
que se realizarán en agosto en esta ciudad brasileña.
Tranvía eléctrico-ecológico |
El medio de transporte
reemplazará varias líneas de autobuses y se denomina Vehículo Ligero sobre
Rieles (sus siglas en portugués son VLT). Este contará con diversas estaciones
para recoger a los pasajeros y, al completarse, operará en una red de 28 kilómetros,
detalló la agencia Efe.
Agencias/Perijaneros.com