Los venezolanos esperamos que el referéndum revocatorio sea este año 2016, interminables son las causas para sacar a Maduro de su mandato presidencial y junto a él, la salida de una cuadrilla de infelices empoderados creyentes en la sumisión ciudadana, que destruyeron la república en nombre de Bolívar.
Maduro se a convertido en el hijo torpe de Chávez, en el bufón del hambre y de la crisis económica que atravesamos los venezolanos, mientras mas tiempo transcurre menos asimilan la magnitud del pueblo y la subestiman cada día jugando con las formalidades del referéndum revocatorio, pensando que puede pasar por alto la presión de la calle y la voluntad electoral.
Contener el descontento social es parte del viejo truco, sin embargo, frustrar y desmovilizar las protestas sólo hace que mas venezolanos se revelen contra el régimen y no le basta matar de hambre a los venezolanos con los controles económicos, sino que pretende desarticular la autonomía de la Asamblea Nacional, con tal de agotar el oxigeno constitucional de los venezolanos a costa de lo que sea para sobrevivir políticamente en el poder. Sabemos que el gobierno ejerce presión sobre el Consejo Nacional Electoral, y en nada ocultan sus rectoras la estimación por la propia revolución, la mejor sanción que podemos hacer los venezolanos es seguir enfrentando al régimen desde las calles, exigir ante el CNE que cumpla con el proceso del revocatorio este año.
El miedo ya no es un obstáculo cuando el futuro es incierto, en cualquier esquina la delincuencia te quita la vida o mueres en un hospital por falta de insumos o simplemente de hambre, aquí no hay espacio para el emprendimiento ni la superación, eso queda en las maletas de quienes se van del país. El pueblo quiere mas que el sonido de una cacerola, mas que caminar y alzar banderas, quiere revocar, quizás el sonido de una cacerola no es el de una maquina electoral, pero ese impulso se convertirá mas temprano que tarde en un ejercicio de soberanía.
La realidad social parece sobrepasar las normas constitucionales, políticas y electorales de la coyuntura actual, basta ver como los habitantes de Villa Rosa acorralaron sin miedo a Nicolás Maduro entre su calles, un acto inesperado que se transformó en un vivo ejemplo de la convicción del pueblo por cambiar su realidad este año, el gozo de ver a un dictador huyendo de la verdad, mientras su tiempo se le termina.
Tampoco Cuenten Conmigo.
Seguir creyendo en negociaciones y atajos mediables para salir de esta dictadura, dice mas de la ingenuidad de sus actores, que de los ciudadanos que respaldamos la fuerza de lucha desde la unidad. Apelar a un dialogo sin claridad sobre los asuntos tratados es voltear la espalda al pueblo, cómo se pretende dialogar mientras existan condiciones injustas de agresión ciudadana y persecución política a dirigentes opositores.El Gobierno piensa seguir jugando con el futuro y la vida de los venezolanos como una quimera, esta situación de supuesto entendimiento propiciada por UNASUR entre la MUD y el régimen, es incierta para los ciudadanos. ¿Qué se va negociar? todo el escenario de conflictos de poderes es un logro únicamente del gobierno, la crisis humanitaria que vivimos es producto de 17 años de dictadura, ellos destruyeron sistemáticamente al país y ahora van a negociar la pesadilla del hambre que vive la gente diariamente,
Cómo se le explica a los miles de enfermos que perecen en los hospitales en estas horas, que Zapatero y unos cuantos vienen para sentarse a dialogar con el régimen que los esta matando, estos asuntos ameritan mayor claridad desde la oposición, no cuenten con los venezolanos si la pretensión es pactar la realización del revocatorio para el 2017, postergar las elecciones regionales o decidir cuáles dirigentes políticos soltar a cambio de meter presos a otros a costa del revocatorio. Lo único negociable es acordar su salida del poder vía electoral, ya no podemos sobrevivir en este limbo político. Este año debemos iniciar la transición democrática que tanto nos merecemos los venezolanos.
Rafael Añez / @Rafaez
