En esta ocasión el cierre de la Troncal 6 fue para pedir venta de alimentos regulados en sector Las Palmeras de La Villa
“Tenemos hambre y nadie se acuerda de nosotros.
Estamos cerca del centro de acopio de Mercal y nada que nos venden”, clamaban
los habitantes del sector Las Palmeras,
parroquia El Rosario de La Villa, cuando
decidieron trancar este viernes a las 7.00 de la mañana, la Troncal 6, a pocos
metros del peaje.
Los manifestantes atravesaron
objetos en la vía que comunica a esta
población con Maracaibo haciéndoles un llamado a las autoridades competentes
para que se apersonaran al sitio. También señalaron que las bolsas casas por
casas no le están llegando. Calificaron de engañoso este programa.
“Siempre nos quieren arrullar con pañitos de agua tibia, diciéndonos que nos venderán los alimentos, mientras vemos que llegan a Mercal camiones y gandolas con productos” aseguró Darinel Balzán, habitante de la zona.
A la protesta se sumaron vecinos de sectores
adyacentes para solidarizarse con la petición y a la vez denunciar que están
esperando los tan anunciados Clap. “Cuando llegan esas bolsas de comida tienen
varios precios. Unas las cobran a 2.700 y otras a 1.500, no sabemos porqué
hacen eso”, detalló María Palmar del
barrio Bicentenario.
A las 9.00 de la mañana se
presentaron en el sitio, funcionarios de
la Alcaldía Bolivariana para dialogar con los tomistas. Se negaron porque
exigían la presencia del alcalde Oleagrio Martínez y el representante de
Mercal. Con la mediación de las autoridades policiales y castrenses que custodiaron
la protesta, se logró levantar la tranca a las 11.30 al firmar un acta entre
los vecinos y las autoridades de la Cámara Municipal, donde se acordaba la
venta de productos a partir de éste sábado en la tarde.
Los representantes vecinales
advirtieron que si incumplían los acuerdos cerrarían de nuevo el paso.
Conductores y pasajeros que se trasladaban de la capital zuliana a Perijá y
viceversa, mostraron su descontento por la acción. “Ahora por todo tranca la
carretera, que fastidio tener que aguantar esto que entorpece nuestro trabajo”,
sentenció José Martínez Méndez, comerciante de hortalizas.
Gastón Fernández